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ADVERTENCIA
El siguiente documento, "Objeto 38", precede a la fecha de la anexión del "Depósito Nacional de Artefactos de Bohemia y Moravia" por la rama checa de la Fundación SCP, por lo tanto, no corresponde con los estándares textuales de documentos del Departamento de Administración.
En caso de una ambigüedad en la interpretación de los pasajes debido a una imprecisión, el entrevistador se pondrá en contacto con la oficina del CROD-4.
Objeto 38
Una estatua encontrada en la finca de Bernarda Behrense, en 1946, como fragmento de una gran colección compuesta por al menos 7 piezas. Representa a un niño con los brazos estirados hacia arriba.
Es la única pieza que queda del conjunto original, probablemente fabricado por Joachimem Alešem en la segunda mitad del siglo XX. 5 de las estatuas fueron retiradas antes de la adquisición de la finca, una fue destruida después.
Una de las estatuas desaparecidas representaba a una mujer adulta sin cualidades paranormales. La estatua del niño era anormal, en el sentido de que allí donde se movía su madre, esta también se movía; los objetos no podían ser separados mientras su coexistencia durara.
Tras la destrucción de la estatua de la Madre en el artículo 38, su accionar ha cambiado: al ser dejada sola, la estatua emite un llanto ensordecedor de un niño pequeño, tras lo cual se acerca al personal del Depósito más cercano, haciéndose completamente visible.
Si vuelve a ser dejada sola, el comportamiento se repite, la estatua busca a más y más personal imitando aparentemente la necesidad de atención de un niño.
Rechazadas las propuestas de que la estatua sea encerrada en una sala aparte, la estatua se encuentra ahora en el inventario privado del Prefecto Ingeniero Kollár.
Y así fue durante los cincuenta años siguientes.
La Fundación aceptó el Depósito con todas sus anomalías; su inventario se convirtió en la columna vertebral de las actividades de la Rama Checa y en el primer y más sólido argumento para su existencia.
Kollár, experto emérito, se convirtió en uno de los miembros fundadores del CROD, y ha ejercido fielmente como Cuarto Miembro durante toda su carrera. Además de sus tareas administrativas, también se ocupó de la extensa colección de artefactos anómalos que se le otorgaron para su posesión personal como exención por la mencionada adquisición de los objetos del Depósito.
Las dimensiones de su manía coleccionista sólo nos han sido reveladas ahora, casi 55 años después de su muerte. A la bendita edad de 103 años, nos dejó más de 200 anomalías, muchas de ellas nunca descritas y, en el caso típico, verdaderamente carentes de interés. Sin embargo, el "objeto 38", o más bien la forma en que lo trató, es un buen ejemplo para todos de la profundidad de su personalidad..
Lo recuerdo bien, es cierto, la estatua ha estado en su despacho desde tiempos inmemoriales. También es cierto que, a pesar de numerosas objeciones, se la llevó a sus viajes en múltiples ocasiones, tanto de negocios como personales, sin que se registrara ni un solo incidente.
Es digno de admiración que lo que Kollár hizo de buena gana y con gusto durante medio siglo se esté convirtiendo en un problema casi irresoluble para nosotros después de menos de tres meses.
Sin embargo, no comparto el sentimiento de quienes sugieren que debemos "demoler el objeto hasta hacerlo polvo" antes de que se le dé una designación adecuada y, por tanto, el derecho a una detención justa.
Kollár fue el primero de nosotros, se adelantó a su tiempo y le debemos casi exclusivamente a su diligencia el crecimiento de nuestra organización local.
Fue amigo, mentor y maestro de muchos de nosotros, y me parece necesario mantener lo que él creía con convicción, osea, que lo más importante del trabajo científico es la curiosidad, que él se oponía al desapego insensible, desapego al que se opuso con incluso más vehemencia hacia el final de su vida.
Por eso, aunque la rutina a la que ahora nos enfrentamos pueda parecer inapropiada y odiosa, debemos actuar con responsabilidad y entenderla como lo que es: catalogar el legado de Kollar no es diferente de un funeral, nuestro trabajo demuestra el deseo de seguir adelante, y el cuidado que damos a las cosas de las que él se rodeó nos permite conectar con el pasado y aceptarlo como parte de un futuro del que él ya no puede formar parte, pero lo que fue y lo que creó puede y debe ser.
Un futuro basado en tales ideales será un triunfo para la humanidad; el frío racionalismo que enmascara el miedo y la pereza destruirá todo lo bueno que hay en nosotros, incluido, entre otras cosas, el amor por la ciencia.
Ítem #: SCP-038-CS
Clasificación del Objeto: Ordenada por el Departamento de Materiales
Procedimientos Especiales de Contención: Ordenados por el Departamento de Materiales
Descripción: Ordenada por el Departamento de Materiales
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