SHANGHAI, 12 oct (Xinhua) -- La próxima Conferencia de Líderes Mundiales sobre la Mujer en Beijing "no es solo una conmemoración del pasado, sino también una oportunidad estratégica para dar forma al futuro", afirmó la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), Dilma Rousseff, durante una entrevista con Xinhua.
"Treinta años después de la histórica IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, volvemos a Beijing con un renovado sentido de propósito", dijo Rousseff. "Mi expectativa es que esta cumbre no sea un evento ceremonial, sino un momento catalizador, que reafirme los compromisos del pasado y establezca nuevas prioridades concretas para la próxima generación", añadió.
Rousseff pidió pasar "de los principios al poder, de las promesas a las políticas".
"Es hora de abordar las barreras que aún limitan la vida de las mujeres y de crear sistemas que las reconozcan no como beneficiarias, sino como agentes de transformación", señaló.
Subrayó que "en un mundo que se enfrenta a múltiples crisis, las mujeres no son un problema que haya que resolver, sino una solución que hay que acoger". "La Conferencia de Líderes Mundiales sobre la Mujer debe reflejar esa verdad, no solo en sus declaraciones, sino también en las acciones que inspira. La historia nos llama una vez más y debemos responder con valentía, claridad y voluntad colectiva".
Rousseff describió la IV Conferencia de Líderes Mundiales sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, como "un momento histórico en nuestra lucha colectiva por la igualdad de género", que dio lugar a la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, "un compromiso mundial sin precedentes con los derechos de la mujer".
"Cambió el debate mundial y proporcionó un marco de acción integral en 12 áreas críticas, entre ellas la pobreza, la educación, la salud, la violencia, la participación política y el medio ambiente. Treinta años después, su legado sigue siendo no solo relevante, sino esencial. La plataforma no es solo un documento histórico, es una hoja de ruta viva", aseveró Rousseff.
A pesar de los retos persistentes, Rousseff afirmó que las mujeres no están esperando el cambio, sino liderándolo. "El empoderamiento de las mujeres es fundamental para construir un futuro justo, sostenible y pacífico. El espíritu de Beijing nos llama no a conmemorar, sino a actuar con la urgencia que exige la igualdad de género", añadió.
Como presidenta del NBD, creado por los países BRICS, Rousseff destacó el papel de las instituciones financieras multilaterales en la promoción de un desarrollo inclusivo y con perspectiva de género.
"Las finanzas no son neutrales", sostuvo. "No solo debemos financiar el crecimiento, sino también dar forma al tipo de desarrollo que perseguimos: uno que sea inclusivo, sostenible y equitativo".
Como primera mujer presidenta del NBD, Rousseff señaló que el banco ha estado apoyando proyectos que mejoran el acceso de las mujeres al agua potable, la energía, el transporte y la vivienda, especialmente en comunidades rurales y desatendidas.
"Dónde invertimos y en quién invertimos determina el futuro", apuntó Rousseff. "Si queremos alcanzar los objetivos de la Plataforma de Acción de Beijing y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, las instituciones financieras deben adaptar su trabajo a la realidad que viven las mujeres. El NBD tiene el potencial de liderar este cambio, no solo financiando proyectos, sino transformando la propia lógica del desarrollo", abundó.
Según Rousseff, la Iniciativa para la Gobernanza Global, propuesta por China, llega en un momento crítico de la historia. "Al promover una comunidad de futuro compartido para la humanidad, la iniciativa cambia el paradigma de la dominación y el unilateralismo hacia la colaboración y el progreso colectivo", declaró.
"El progreso de las mujeres es inseparable del progreso de la humanidad. Guiada por este principio, la Iniciativa para la Gobernanza Global tiene el potencial de ayudar a construir un mundo multipolar, pacífico y justo, en el que la igualdad de género no sea una preocupación secundaria, sino un compromiso central", destacó Rousseff.